UNICEF define a la familia como un lugar de refugio y protección para la niñez y adolescencia especialmente frente a dificultades externas, no obstante, al interior de la familia y de cada uno de sus miembros se viven particularidades que afectan a todos sus integrantes. Cada uno cumpliendo sus roles, afrontando[1] desafíos y se exige cumplir con una norma que, en ocasiones, puede superar sus propias capacidades.
Queremos invitarte a reflexionar sobre estas preguntas: ¿Por qué es tan difícil para las personas reconocer que estamos cansados/as o enojados/as? ¿Por qué no podemos abiertamente y con sinceridad contarle a otro que el cansancio nos pesa y que a momentos nos cuesta más levantarnos temprano?
Estamos transitando entre la pandemia y la post pandemia, y no podemos desconocer el impacto que esto ha generado en nuestra vida y nuestras familias. Llevamos más de un año conviviendo con la sensación de peligro, estrés, agitación, sensación de agobio, de falta de control, irascibilidad, inseguridad, cansancio, incertidumbre, preocupación constante al contagio, tristeza, cambios de humor, depresión, apatía, preocupación por nuestra salud y la de nuestros familiares, dificultades para concentrarse en diferentes actividades y para tener un sueño reparador, sentimientos de impotencia, vulnerabilidad, inadecuación, anestesia afectiva, miedo a perder el control, irritabilidad y agresividad, entre muchas más.
Si te sientes identificado con alguna de estas manifestaciones, debes saber que es completamente aceptable. No obstante, la sociedad en que vivimos, solo nos muestra exigencias de lo que tenemos que realizar, pero no nos permite bajar la guardia, detenernos un momento para mirarnos a nosotros mismos. ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a tu cuerpo? ¿Hace cuánto tiempo siento un malestar con el cual he aprendido a convivir como si no existiese?
Hoy es el minuto de reflexionar sobre esta práctica, que nos acerca más a las enfermedades que al bienestar.
¿Cuál es el premio o recompensa de cumplir todo a tiempo? ¿Será el reconocimiento, la tranquilidad de mantener el trabajo y, por tanto, los recursos para ayudar o mantener la familia?
¿Qué ganamos con reprimir el enojo? ¿No perder el equilibrio de las relaciones? ¿No alejar a las personas que nos importan?
¿Te has preguntado alguna vez si el costo emocional de estas acciones tal vez sean mayores a sus beneficios?
Sean cuales sean las razones, son todas válidas, y por ello, es importante reflexionar y hacer un alto en nuestro camino.
Desde esta tregua, te invitamos a que, en una hoja en blanco, hagas una lista de las razones de por qué no puedes permitirte el descanso y, en otra, por qué no te puedes enojar.
Una vez que completes la tarea, te pediremos que des vuelta la hoja, y ahora reflexiones e imagines qué caminos podrías seguir para cuidar lo que te preocupa, pero cuyo costo emocional sea menor al beneficio que percibas.
Lo importante es que sepas que en el cansancio y en el enojo, la primera persona que se tiene que cuidar eres tú. Para poder cuidar a otros, primero debemos cuidarnos a nosotros mismos.
Cuando empiezas a reconocer que estás cansado/as o enojado/a, ya diste un paso adelante. Has ganado lo esencial.
Ahora falta menos. ¿Visualizas alguna otra alternativa para cuidar lo que importa, sin importar mayormente lo que los demás piensen?
Puede que no tengas todas las respuestas ahora. La invitación es a seguir el camino de la reflexión sobre tu propio bienestar, haciendo las pausas necesarias para mantenerte bien.
[1] El concepto de afrontamiento hace referencia al conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, que se ponen en marcha para hacer frente a las demandas específicas, (externas o internas), evaluadas como abrumadoras o desbordantes de los propios recursos, si estos esfuerzos resultan efectivos en la resolución de los problemas proporcionarán alivio, recompensa, tranquilidad y equilibrio: en definitiva, disminuirán el estrés.
Referencias:
Soriano. (2002). Reflexiones sobre el concepto de afrontamiento. Boletín de Psicología. https://www.uv.es/seoane/boletin/previos/N75-4.pdf
Unicef. (2016). niñez y adolescencia desde la intergeneracionalidad. Ecuador: https://www.unicef.org/Ninez_Adolescencia_Intergeneracionalidad_Ecu ador_2016_WEB2.pdf.ç
Wang C, P. R. (2020). Respuestas psicológicas inmediatas y factores asociados durante la etapa inicial de la epidemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) entre la población general en China. . China: Int J Environ Res Public.
Autoras: Ps. Marcela Aracena y Ps. Mónica Molina G.
Este artículo es parte de un proyecto generado por el grupo de estudio e intervención telesalud UC: