Durante esta pandemia sabemos que debemos realizar sólo las actividades imprescindibles. Esto también es extensible a las atenciones de Salud. En este caso, se debe realizar sólo aquellas indispensables, con el objeto de prevenir el contagio por Covid-19. En este contexto, más que nunca, toma relevancia que los padres y cuidadores conozcan los aspectos que puedan significar un grave riesgo a la salud para hijos e hijas, y qué debe hacer consultar a un servicio de urgencia.
Una forma general de evaluar la gravedad, tiene que ver con considerar tres aspectos: la apariencia , la respiración, y la circulación de la piel.
- La apariencia: Es anormal que el niñ@ no responda a los estímulos, que tenga perdida de fuerza, no lo puedan despertar o le cueste despertar, que llore y no se calma con los cuidadores, que tenga movimientos anormales, o no pueda movilizar alguna extremidad, que el niñ@ no fije la mirada en las caras o los objeto, que no tenga el lenguaje habitual que tenía hasta ese momento, decaimiento marcado y rechazo alimentario especialmente en niños menores a 1 años, aún sin fiebre (come menos de la mitad de lo que come habitualmente).
- La respiración: Podemos escuchar ruidos anormales (silbidos, quejidos, ronquera, ruido al tomar aire). También es anormal respirar rápidamente en reposo, que se hundan las costillas o arriba de la clavícula, abrir exageradamente las fosas nasales, también posiciones extrañas (por ej., sentarse con el dorso hacia adelante).
- La circulación de la piel: Los principales indicadores de alerta son: palidez, piel morada (labios, uñas), piel moteada o reticulada, piel grisacea.
Cualquier alteración de uno o más de estos tres aspectos se debe consultar. Otros aspectos a considerar son la presencia de los siguientes síntomas o signos:
- Traumatismos de cráneo con pérdida o alteración de la conciencia, falta de movilidad, vómitos persistentes, salida de sangre por oído.
- Convulsión, electrocución, quemaduras extensas.
- Ingesta de elementos tóxicos (limpieza, medicamentos, etc.) u objetos sobre todo si son corto punzantes, imanes o pila, Introducción de cuerpo extraño a algún orificio.
- Heridas profundas o extensas, mordedura de arañas o sospecha de ella, mordeduras de perro en cara, cabeza o que sean muy grandes.
- Testículos dolorosos, hinchados o inflamados.
- Dolor abdominal persistente e intenso sobre todo sobre todo si no es cólico.
- Vómito o deposiciones con sangre.
- Deshidratación: no orina, ojos hundidos, lengua y labios secos.
- Fiebre: en menores de 3 meses, fiebre sobre 39°, fiebre que dura más de 3 días, fiebre con otros elementos de alarma nombrados: piel, comportamiento, respiratorio.
- Perdida repentina de la visión.
- Ronchas grandes que pican asociados a labios hinchados, lengua hinchada o dificultad respiratoria.
- Manchas o puntos, rojos o violáceos que no desaparecen al estirar la piel o al comprimirla.
- Síntomas persistentes e intensos de angustia, conductas autoagresivas o agrede a otros, pensamientos o deseos de quitarse la vida.
- Síntomas en un niño con enfermedad grave de base
Acudir a urgencia en tiempos de pandemia debe ser en situaciones graves o de potencial gravedad. Para ello es importante evaluar el aspecto, la respiración y la circulación del niñ@ y considerar alguno de los signos o síntomas de cuidado, como son los anteriormente descritos.
Referencias
- Pediatría Integral 2014; XVIII (4): 320-323, triangulo de evaluación pediátrica
- https://enfamilia.aeped.es/noticias/debo-acudir-urgencias-recomendaciones-sociedad-espanola-urgencias
Autora: Dra Pilar Monsalve
Este artículo es parte de un proyecto generado por el grupo de estudio e intervención telesalud UC: